Noche de difuntos

Ayer fue noche de difuntos. El día anterior ya habíamos dispuesto la mayoría de los adornos y colgado las telas de araña; quedaba servir en la mesa la merienda y preparar las chuches que daríamos a nuestros visitantes. Los disfraces presidían el ropero desde el día anterior, y el maquillaje fue lo único que dejamos para el último momento.

Además de las guirnaldas y de las telas de araña, este año añadimos algún roedor volador tal y como nos mostrara Filth Wizardry. Es una buena manera de darle uso al rollo de cartón, jejeje.

Para la merendola, además de lo que os mostramos aquí, este año quisimos probar algo nuevo. La idea me la propuso Miriam, quien me mandó el enlace  culpable de semejante asquerosidad ¡me encantó! y preparé la versión spanish; todavía no le hemos puesto nombre, dudamos entre la calavera ibérica o el cráneo serrano. Da repelús, pero no quedó ni un resto de jamón.

Estas magdalenas estaban de pesadilla antes de navidad. De nuevo Kireei nos ha servido de inspiración. El encargado de decorar este postre terrorífico fue el papi y lo hizo tan bien que ya le hemos encargado las del próximo Halloween.

Os presento al hombre lobo en plena transformación; cuando se quitó los colmillos que eran algo incómodos, le confundieron con Peter, el protagonista de Jumanji, incluso le felicitaron por tan original disfraz.

Esta es la calabaza de la muerte y Darth Vader; Darth ya es como de la familia, es el disfraz favorito de mi hijo pequeño. Y la calabaza da miedo ¿eh?.

Mi pequeña vampiresa, muy preocupada toda la velada por sus uñas; uno no sabe lo difícil que es comer chuches sin perder una uña hasta que sale en la noche de difuntos.

Hoy ya es día de todos los santos, toca recoger adornos y disfraces, y algunos ya están pensando en la próxima fiesta de difuntos, qué disfraz elegirán, a quién invitarán,... me encanta la ilusión que despiertan estas tradiciones.