Deliciosas bolitas de chocolate por si no habéis comido suficiente turrón. Son una tentación en la nevera y un divertido entretenimiento para los niños.
Las preparé para una "merienda de primos", una excusa cualquiera para juntarnos los primos con nuestras respectivas proles. Lo pasamos muy bien, y sobre todo los niños, que entre el fútbol, los patines y las motos, no pararon en toda la tarde.