Galería de arte

A mis hijos les encanta dibujar. Son una inagotable fuente de creatividad. Así que en mi casa hay dibujos esparcidos por todas las habitaciones. Y el caso es que me hace mucho duelo tirarlos, porque cada uno de esos dibujos tienen algo especial, un gesto, una expresión, una pata de tiranosaurio que se asoma detrás de un árbol; en cada uno de esos dibujos hay un poco de ellos mismos.

 Pensé que tenía que encontrar un modo de exponerlos para que se sintieran orgullosos de su trabajo.

Se nos ocurrió poner un gran panel de corcho en sus habitaciones, pero la idea de usar chinchetas para fijarlos no nos terminaba de convencer. Seguimos buscando y en algún sitio vimos una foto en la que colgaban los dibujos con pinzas de tender y los niños me contaron que en su clase hacían lo mismo. Así que nos pusimos manos a la obra. Cogimos unas cuantas pinzas y los niños las pintaron a su antojo; una de abeja, otra de cerdito, otra de cocodrilo, otra de "nosesabemuybienqué".

Ya teníamos los dibujos, las pinzas, pero ¿dónde las colgaríamos?. Buscando una cuerda en el garaje, encontramos un par de saltadores a los que apenas habían hecho caso y con ellos terminamos nuestra galería de arte.