Había visto diferentes recetas de bizcocho de zanahorias en diversos blogs, pero debo reconocer, que hasta ahora ni siquiera me había planteado probar, porque se me hacía muy raro hacer algo dulce con una verdura; aunque bien es verdad que de la calabaza se obtiene el cabello de ángel, y pocas cosas son más dulces.
Pero hace poco, mi amiga y vecina Carmen me conveció de su agradable sabor, y qué mejor manera de hacerlo que obsequiándonos con un bizcocho recien hecho. ¡Estaba riquísimo!. Junto con la vianda, me dió la receta y poco tardé en lanzarme al experimento.