El cohete espacial

Como ya os comenté aquí, los peques están trabajando el proyecto del espacio. Cada niño tenía que aportar información relacionada con este tema, y uno de sus compañeros llevó un cohete espacial hecho con material de reciclaje. A mis hijos les gustó tanto aquel cohete que me pidieron que hiciéramos uno en casa; en realidad, dos.

Los materiales que utilizamos para cada cohete fueron: una botella de agua grande y tres pequeñas, cuatro cápsulas vacías de café, cartón para los alerones, media pelota de ping-pong para la cabina de los astronautas, pintura acrílica y papel de seda rojo, naranja y amarillo para las llamas de propulsión.

Pegamos las tres botellas pequeñas a la botella grande, y las cápsulas de café como se ve en la foto. Los alerones de cartón, uno a cada botella pequeña. Y la media pelota para simular la cabina.

Los niños pintaron los cohetes a su gusto.

Y la roja que no falte, jejeje.

Una vez seca la pintura, recortaron tiras de papel de seda rojo, anaranjado y amarillo para que parecieran las típicas llamaradas de propulsión; y las pegaron al interior de las cápsulas con celo.

Diez, nueve, ocho, siete, seis, cinco, cuatro, tres, dos, uno, cero... ¡ignición!

Ahora ya pueden explorar el espacio y jugar a ser Neil Armstrong o Valentina Tereshkova.

Desde aquí quiero felicitar a las seños de mis peques, porque el proyecto del espacio está siendo un éxito. Están aprendiendo muchísimo y lo mejor de todo es que lo han hecho divirtiéndose.

¡FELICIDADES! ¡ESTAIS HACIENDO UN GRAN TRABAJO!